Tal vez esta historia te suene conocida…: «A partir del lunes me levantare temprano, saldré a correr y a ejercitarme para perder estos kilos de peso que tengo de mas y lo hare todos los días hasta que tenga un abdomen marcado para mostrar…»
Llega el lunes te levantas temprano, sales a correr y a ejercitarte, pero tu sesión no dura más de 30 o 40 minutos por la poca condición que te cargas… Regresas agotado a tu casa y continúas con tu día con normalidad.
Al día siguiente te levantas y lo primero que notas es un dolor horrible en las partes del cuerpo que ejercitaste y es entonces que ocurre el desastre: te quieres levantar para seguir con tu plan para ejercitarte pero es tanto el dolor que mejor decides dejarlo para otro día.
Esta misma situación se repite por algún tiempo y antes de un mes mejor decides dejar el ejercicio por la paz y seguir con tu vida como lo hacías normalmente.
Y solo queda una pregunta en tu mente: «¿Qué diablos fue lo que me paso?»
«Porque si tenía tantas ganas de perder peso ¿Por qué no seguí ejercitándome?»
Bueno la verdad es que lamentablemente fuiste victima de sabotaje… ¡por tu propio cuerpo!
Y todo se reduce a las hormonas en complicidad con la grasa corporal que está en tu cuerpo, estas (como podrás saber) son las que se encargan de regular las funciones de tu cuerpo, pero para este caso en particular tenemos que la conspiración inicio mucho antes de que tu decidieras hacer ejercicio…
¿Qué fue lo que ocurrió?
Es un caso de plagio… en el cual el principal culpable es tu grasa corporal, la cual secuestro a tu testosterona y la convirtió en otras hormonas que te llevaron al fracaso.
Pero primero debes de saber un poco sobre la testosterona:
Es la principal hormona masculina, encargada del libido, densidad de los huesos, crecimiento muscular y la fuerza. En pocas palabras es la hormona que hace al hombre más hombre y todo lo que esto implica, como resistir el dolor, competir contra otros por ser el mejor, tomar ciertas decisiones, meterse en peleas y también en los diferentes cambios de humor.
También se puede decir que la testosterona te hace seguir entrando a pesar de estar adolorido por haberte ejercitado con demasiada intensidad, ya que te hace ignorar el dolor además de querer superar a los demás.
El plagio
Este ocurre cuando la Testosterona circula por el cuerpo y pasa por las células de grasa corporal las cuales contienen Aromatasa, es entonces que la Testosterona se convierte en Estradiol una hormona femenina que pertenece a la familia de los Estrógenos.
En otras palabras la grasa en tu cuerpo convierte la hormona que te hace más hombre en una hormona que te hace más mujer… lo cual no es bueno para los hombres que quieren hacer ejercicio.
Pero debes de tener una cosa bien clara y es que los Estrógenos solo son buenos para la mujer.
El enemigo oculto
Existen casos en los cuales las personas no tienen grasa corporal visible, pero aun así tienen grasa en su cuerpo y esta es conocida como grasa visceral. Esta se encuentra incluso en personas delgadas, el problema es que no es visible a simple vista ya que se encuentra ubicada debajo de los músculos del abdomen.
Esta grasa también tiene la capacidad de convertir la testosterona en estradiol, por lo cual si tú ya eres delgado y no te gusta hacer ejercicio entonces debes de tener mucha atención a esto, ya que este tipo de grasa está ligada a muchas enfermedades como diabetes e hipertensión.
La única ventaja de esta grasa es que es fácil de eliminar solo tienes que incrementar tu actividad física.
Que hacer para superar esta situación
Es muy sencillo: ejercítate de acuerdo a tu nivel de condición física.
El primer error de las personas es tratar de ejercitarse demasiado, esto es que quieren correr más de lo que pueden, levantar más de lo que deben y hacer todas las repeticiones posibles de cualquier ejercicio.
Lo mejor es comenzar despacio, de poco en poco incluso como si pareciera que nuestras sesiones de entrenamiento duraran solo algunos minutos. Lo importante es preparar a nuestro cuerpo para ejercicios que sean cada vez más difíciles y sesiones que duren cada vez más.
Es mejor realizar un poco de ejercicio todos los días que hacer mucho ejercicio solo una vez a la semana o al mes… o al año!!!
Ejercitarte todos los días te ayudara a seguir constante en tu progreso, lo cual es mucho mejor que tener que detenerte porque el dolor no te deja hacer absolutamente nada.
Los ejercicios que debes de incluir todos los días es: cardio y calistenia, así de sencillo… esto es porque de esta manera reducirás la grasa corporal y a la vez incrementaras tu fuerza y masa muscular.
Como veras la actitud es importante para iniciar un cambio hacia una vida más activa y saludable, pero a veces un mal inicio y las hormonas nos lo impiden.
Comparte esta información con las personas que tu conozcas que les está costando trabajo iniciarse en un estilo de vida más saludable.
Ejercítate de manera correcta y logra todos tus objetivos!!
Fuentes:
Aromatasa – Wikipedia, la enciclopedia libre
Estrógeno – Wikipedia, la enciclopedia libre
Understanding How Testosterone Affects Men – National Institues of Health –
Harvard Medical School – Harvard Health Publications – Abdominal fat and what to do about it –